Esta mañana, me he levantado con la falsa creencia de que sería un día más, un día como otro cualquiera, me he confundido. Me ha salido más caro que cualquier otro Miércoles, no más que un Viernes, pero si más que un Lunes, un Martes, un Jueves. Pero al margen del dinero que me ha costado en monedas, considero que me ha salido más caro en el sentido de tiempo invertido para ir a un lugar en el que me han hablado de una metodología ambigua, escrita en el papel y puesta en práctica alejándose de las palabras mecanografiadas.
Ahora bien, mi madre siempre me ha dicho que intente ver el lado positivo de las cosas, que no me centre en aquello que no me gusta y haga un esfuerzo por desenfadarme con el mundo, así es la cultura particular de esa mujer que me dio la vida y a la que admiro, por lo que después de desahogarme comedidamente, siempre o casi siempre me paro a analizar las situaciones para extraer aquello que me puede enseñar algo.
Tras un momento de reflexión, enumero eso que he aprendido hoy:
- A reírme de mi misma, pues más caro me ha salido por no prestar atención y haberme ido directa al ayuntamiento de Valencia en busca de esa calle en la que se encontraba el suso dicho sitio a visitar (Quart Jove).
- A reafirmar esa idea que en la teoría tengo clara y en la práctica parece que no tanto: la importancia de prestar atención con todos los sentidos y la delicadeza de la comunicación e interpretaciones que se pueden ver truncadas con un simple suspiro (Yo creía... Yo he escuchado... Yo he visto...; conversaciones a medias...)
- A que me tengo que llevar el bocadillo de casa, porque puede que el día que esperas como normal, se tuerza y no lo sea y ello te impida comprarte el almuerzo.
- A que aquello que en clase decía el profesor que es la animación sociocultural, el no hacer, facilitar, está secundado por la práctica de al menos una institución, la visitada hoy.
- A que ofreciendo recursos se pueden hacer tangibles las ideas.
- A la importancia de una buena coordinación para obtener buenos resultados.
No creo que haya sido en vano el viaje, tars un balance me doy cuenta de que no, creo que sí que podríamos haber aprendido lo mismo desde el aula, aunque claro está que no habría sido tan representativo como lo ha sido al ver las instalaciones del pueblo.
Dándole tanta importancia como se le da en esta clase al poder de internet, se podría haber hecho mediante esa vía, también se podría haber ido de forma voluntaria, sin que ello repercutiera en la calificación final, pero como decía, he aprendido, quizás más, que un día normal, si no lo que debía, sí otras cosas, para mi igual de importantes.
Por último, la última cosa que he aprendido, valga la redundancia, tras haber podido leer los pensamientos de hoy, mi caótico Miércoles:
Mi madre tenía razón, hay que desenfadarse con el mundo, ver el lado positivo porque así observas que hasta de lo que en un principio considerabas injusto o mejor insulso hay cosas que siempre recordarás y te servirán para darte cuenta de que uno no siempre está en lo cierto cuando realiza una afirmación o crítica y ello es el primer paso para la rectificación.
A esas diez caóticas compañeras de viaje.
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